Querida Many,

No sabía muy bien qué regalarte. A la distancia es más difícil dar algo bonito que no sea material, así que pensé en esto.

Es algo sencillo, no es nada material, pero lo hice con cariño y con la idea de que fuera algo tranquilo, sin presión ni expectativas.

Tómalo solo como eso: un detalle bonito de alguien a quien le importas, que aprecia las conversaciones, la confianza que se dio de forma natural y el tiempo compartido contigo.

Si te gusta, me alegra. Y si no, también está bien.

Que esta Navidad sea calma, esté llena de felicidad, y que el próximo año venga con claridad y te trate bonito.

Con cariño,

Erick

P. D.: Una vez que termines de leer la carta tocala.

Hay encuentros que no llegan para quedarse, pero tampoco pasan en vano.


No todo lo valioso necesita un nombre, a veces basta con coincidir

con hablar sin máscaras, con reírse un rato.


Me quedo con eso:

con la conversación sincera que aparece sin prisa, con la confianza que surge sin forzarla,

con los silencios que no incomodan,

con palabras que se dicen sin deber nada.


Me quedo con lo simple:

el gesto honesto, la risa compartida,

la cercanía sin exigencias.


Esto no pide nada, no espera nada, solo existe.


Como existen las buenas amistades:

libres, honestas y sin ruido.


Esto no es una promesa ni una espera.

Es solo un agradecimiento por el tramo compartido,

por una confianza que es real.

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